Como en las anteriores entrevistas, me gusta presentarles historias de vida de mujeres fascinantes, que tienen historias de recreación después de los 50 años y que me han impactado. Tengo una larga y bonita amistad con MartE (Marta Elena), que nació cuando viví en El Salvador durante 22 años. MartE es colombiana, estudió Historia y durante muchos años, que se fue a vivir a El Salvador, se dedicó a formar su familia y dejó en el tintero su faceta profesional. A los 50 años, siguiendo su pasión por los libros, comenzó a editar libros y a trabajar en la librería de la Universidad Dr. José Matías Delgado, en San Salvador, cuando decidieron cerrarla y nombrarla directora de la editorial de la Universidad.
¿Qué te hizo comenzar a editar libros e involucrarte con la Universidad? ¿Cuándo decidiste que querías comenzar a editar libros?
A los 50 años, había llegado por afinidad a desenvolverme en el mundo del libro: leía, escribía y vendía libros, pero me faltaba hacerlos. El trabajo de la librería me gustaba, pero no satisfacía mis inquietudes de desarrollo personal. Fue así como empecé a hacer pininos en la edición de libros, que llamaron la atención de la dirección de la universidad y me nombraron directora de su editorial, cuando yo tenía 56 años. Yo sabía que para desenvolverme con excelencia necesitaba profesionalizarme, así que decidí estudiar edición. En esa época, aunque no era usual, empecé a estudiar en línea la cadena del libro: derechos de autor, contratos, negociaciones, selección de libros, crear una línea editorial, formatos, corrección gramatical y estilo, aspectos legales del libro, maquetación y diseño, proceso de producción, edición digital y por supuesto, comercialización. A los 60 años, obtuve el diploma de editora profesional. Había descubierto un camino que realmente me seducía.
¿Cuándo tomaste la decisión de estudiar, cuales eran tus grandes anhelos y miedos?
Cuando otras mujeres escuchan mi historia, me he dado cuenta de que lo que les sorprende es que haya obtenido un grado universitario a los 60 años. En el momento en que yo me estaba preparando académicamente, lo que pensaba era que eso es lo que tenía que hacer en esa etapa de mi vida, porque lo que me hacía falta tener era el título que profesionalizara mi vocación. Mientras estudiaba, me sentía con mucho ánimo y orgullosa de mí. Y esa sensación de satisfacción por lo que hacemos para formarnos y crecer, se la deseo a todas mis congéneres. Me mantengo siempre cumpliendo mis sueños.
El mundo del libro y, en particular, el mundo de la edición me parece apasionante. Las letras son una herramienta poderosa para transmitir ideas, valores, conocimientos, hacer críticas, además de guiarnos en la comprensión del mundo en que vivimos y su historia, para poder tomar las mejores decisiones para el futuro. Haber encontrado una disciplina tan estimulante y completa, a mi edad me hizo ver que la muy trillada frase “nunca es tarde” es totalmente cierta. Me siento feliz y realizada como nunca antes en mi vida y me gusta voltear a ver hacia atrás y darme cuenta de que me tiré al río de la profesionalización universitaria, a una edad en que la mayoría de las personas ni siquiera se plantean hacerlo. Fue una decisión verdaderamente acertada.
Actualmente estoy diseñando una línea editorial para jóvenes y eso empuja mi creatividad al máximo. Veo mi futuro trabajando en el mundo editorial, ya sea universitario o independiente o en ambos y me siento muy satisfecha conmigo por haber encontrado mi vocación y tener vida para disfrutarla.
Cuándo decidiste estudiar de nuevo, cuéntanos ¿qué fue lo más difícil y lo más agradable que te paso en tu nueva vida?
Cuando terminé de estudiar y me percaté de la edad que tenía, me asusté. Pensé que dentro de la universidad tendría poco tiempo y que el esfuerzo había sido grande como para que durara tan poco. Pero no fue así, por el contrario, descubrí que la tercera edad es valorada como una fuente de conocimientos, de experiencia y de espíritu crítico, es decir, de sabiduría. Comprender esa visión, me dio impulso para valorarme, consciente de que tengo mucho más que dar a mi entorno.
Busco mantenerme actualizada sobre las nuevas herramientas tecnológicas, sobre las políticas y las tendencias que mueven en mundo del libro y la lectura y se me ocurrió fundar mi propia editorial, un sello para trabajar a mi gusto y por el tiempo que quiera hacerlo, así sea hasta los 90 años…
Paralelamente, empecé a escribir cuentos, en los últimos dos años, ya han seleccionado 3 de ellos para 3 antologías que se han publicado en El Salvador, dos con “Índole Editores” y uno con “Editorial Delgado”. Mi logro más reciente, en el mundo de la escritura, fue el pasado julio, cuando un relato breve mío, resultó finalista en un concurso en España y en estos momentos está siendo publicado, como parte de otra antología.
Qué harías diferente si tuvieras que tomar la decisión de nuevo. ¿Qué recomendarías a las mujeres de nuestra edad que deciden dar un giro tan radical en su carrera?
No estoy segura de sí haría algo diferente. Cada una de nosotras vive su vida en circunstancias particulares, en países y ciudades distintos, con situaciones económicas variables y no hay un manual de instrucciones que podamos seguir. Yo estudié mi primera carrera al salir del colegio, después me enamoré, me casé, tuve hijos y siempre trabajé. Pero mi vocación la encontré ahora; antes hubiera sido imposible, porque mis aficiones a la lectura y a la escritura fueron las que me llevaron al mundo editorial y esas aficiones se van adquiriendo con el correr de la vida.
Mi recomendación para las mujeres de cincuenta o mayorcitas como yo, es que reflexionen sobre lo que quisieron hacer en su vida y no lograron. Ahorita es el momento de emprender y realizar sueños, porque después de los 50 años ya manejamos las riendas de nuestra vida y es el momento de ser creativas y lanzarnos a nuevos emprendimientos. En este momento de la vida, si lo que queremos es estudiar, pues lo hacemos; ya no pedimos permiso a nadie ni seguimos caminos impuestos; lo hacemos porque queremos, con la pasión de que seamos capaces.
¿Cuáles son tus próximos pasos como editora y escritora?
Como editora, acabo de fundar una empresa: Editorial Marte. Ya lancé el primer libro de una escritora salvadoreña a quien respeto mucho: Carmen Gonzáles-Huguet, una cincuentona admirable que escribe por necesidad vital, con una pasión hacia su oficio digna de admiración y, lo mejor, es que lo hace cada vez mejor. Quiero publicar libros escritos por y sobre mujeres que han hecho aportes significativos a su entorno social y son desconocidas para la gran mayoría. También tengo proyectos de literatura para jóvenes y me interesa mucho publicar ensayos que contribuyan a despertar reflexiones de diversos tipos. El formato de libro digital me está abriendo un camino ancho e interesante, que ya estoy disfrutando. Además, tengo que continuar con la edición universitaria, donde encontré mi verdadera vocación y donde tengo muchos proyectos esperando.
Sobre mi veta como escritora, que ahora ocupa un lugar importante, y aunque necesito tiempo para dedicarme a escribir, sé que hay tiempo para hacer todo lo que te apasiona, si me organizo. Me gusta escribir cuentos y cuando empiezo a gestar una historia, esta se entromete en el resto de mis actividades, hasta que le doy su lugar. Pero soy una novata, aun cuando busco perfeccionarme a través de talleres de escritura. Escribir es algo vital que me reta constantemente.
Como ven, no hay edad para encontrar el camino de la realización!!
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